barroviajero

Sheep go to heaven

Como mi mayor problema era sentirme solo en la big city, hice lo que deberia haber hecho desde el principio, incluso antes de aterrizar en London Luton, llame a Iaccovos.

Iaccovos, o Jac, es un chipriota, 30 años, director de cine que se gana la vida como profesor de griego. Nos conocimos cuando estuve en Londres a principios de mayo y me dio su telefono.

Cuando nos juntamos en un Pizza Hut de Notting Hill Jac me dice que me puedo quedar en su casa y entonces yo vuelvo al hostal y pregunto si puedo cancelar mis noches y obtener un reembolso, me dicen que ya es muy tarde, que exponga mi situacion mañana.

Es tarde, es viernes y aunque tengo sueño me doy cuenta que es absurdo dormir en mis ultimos dias de barroviajero, asi que nada, me subo al tube y parto con Jac a North London, East Finchley para ser exactos.

A la mañana siguiente tome el tube de nuevo, la gente sigue subiendose al metro, que es la manera mas rapida de moverse todavia, aunque Picaddilly Line este cerrada, District este interrumpida y la Circle line este con retrasos.

Asi que ahi estoy con los corajudos londinenses, londinenses asiaticos gentiles que le ceden el asiento a una anciana centroamericana, todas las razas confluyen y se relacionan aqui, aunque sea en ese minimo espacio comun de cortesia que se extiende entre un "excuse me" y un "thank you".

Pasa otra cosa digna de mencion, en mayo recuerdo que la gente en Londres no se miraba a la cara, ahora con esto de los terroristas sueltos todo el mundo ha cobrado aficion a mirar a los demas a la cara descaradamente. Asi que si uno es un poco paranoico se puede sentir muy observado, pero es algo que funciona para todos, cuando una chica coreana me mira tratando de detectar alguna señal que me delate como fundamentalista suicida, yo le devuelvo la misma mirada y podria jurar que ahora es ella la que se pregunta, no sere yo la culpable?

Voy en el tube hacia Holland Park, a recuperar mi mochila. La olvide en el departamento de un anciano australiano budista que me invito a tomar el te. Lo llamo, esta en Portobello Market, me dice que nos veamos en la esquina de Westbourne Road, pero luego no estoy seguro si era Road o Grove, o Westbourne Park Road que tambien existe. Una pesadilla, paso 2 horas de un lado a otro de la feria llamandolo, tratando de acordar un sitio hasta que al fin recupero mi preciada posesion.

Pero ya es tarde, perdi toda la mañana y ando neurotico, tengo que aprovechar al maximo mis ultimos dias en Londres y no lo estoy haciendo.

El plan para la tarde era ir con Jac a hacer picnic en Hampstead Heath, que viene a ser como el Parque San Cristobal de Londres, con vistas de la ciudad y lagunas-piscinas. Muy Bridget Jones el panorama, muy londinense en todo caso.

Le pregunto a Jac que ha estado haciendo toda la mañana y me dice que ha estado apostando, que despues de 3 semanas de perdidas, ayer y hoy ya ha logrado recuperar un tercio y se siente con confianza.

Y yo me muerdo la lengua para no comentar que mi amigo Jeff opina que los juegos de azar son un impuesto a la ignorancia de la gente.

En fin, es un lindo dia. Y esta bien escaparse al parque y tratar de negar los titulares del dia, que anuncian que un sospechoso fue muerto a tiros en el tube ayer. Desde Parliament Hill la ciudad se ve gris y lejana, un poquito fantasmal, como si sus problemas no pertenecieran al exterior verde y millonario de Hampstead y Primrose Hill, donde se supone que viven Madonna, y Gwyneth Paltrow con Chris Martin y Jamie Oliver, quie se yo.

Volvemos a la ciudad, a Leicester Square, tengo que comprar encargos. Le digo a Jac que tengo que revisar internet, unos 7 minutos, al rato Jac vuelve y me dice que va a ir al banco y que vuelve en media hora. Pero pasa la media hora y no regresa, y yo se lo que sucede, se ha quedado en William Hill, apostandole a los caballos y a los perros y a las sanguijuelas. Ya en Hampstead Jac me hizo acompañarlo a un tugurio de esos de apuestas, lleno el suelo de papeles arrugados con deseperacion y lapices baratos con los que anotar la mala suerte del dia. Decadente, lo mas decadente de Londres, lejos.

Asi que nada, no puedo hacer nada, ya le dije a Jac que me parecia que podia hacer mejores cosas con su dinero, pero Jac es un hombre grande y en fin, una lastima.

Vuelvo al hostel cargado de libros y revistas, pensando en dormir esta noche de sabado.

Pero resulta que la habitacion esta llena de gente, hay un par de rumanos y varias canadienses, y una australiana y una californiana que se parece a Mama Kass.

No queda otra opcion, es sabado por la noche y nos vamos de fiesta.

Los rumanos invitan tragos, un shot de tequila y otro mas, que rico es el tequila, y hay un whiskie canadiense que da vueltas, me bebeo un trago como si fuera jugo de sandia y comento que me recuerda al Bayleys. AHora todos creen que en Chile somos todos grandes bebedores. Y es que lo somos no?, el pisco es un buen preparador fisico. Barro garganta de lata.

Y tomamos un taxi hasta Picadilly Circus, Amy de Australia lo paga, que su mama le ha prohibido tomar el tube y le ha dicho que ella le financia el taxi. Ok, esto esta muy cool.

Y buscamos ahora un sitio, un club. No esta facil, son demasiados. Nos encontramos con mas canadienses, tienen un dato, un sitio que se llama Tiger Tiger, me rio de lo absurdo del nombre, digo que mejor vayamos a Winnie The Pooh, pero luego aqui esta el lugar. Nos ponemos a la fila, pero no se puede, exigen camisas de colores y no se puede entrar con zapatillas y la edad minima es 21. Las canadienses tienen 18 y 19. Yo estaba perfecto, pero no iba aentrar solo.

Y vagamos asi por Soho y Picaddilly buscando un lugar, las chicas estan cansadas. Yo hasta ahora no he gastado nada y eso (y el tequila) me tiene muy prendido.

Todos los locales o son para mayores de 21 o parecen estar vacios o muy llenos y entonces se ponen jodidos con lo del codigo de vestuario.

Entonces le digo, dejemos de huevear y vamonos todos al Cielo.

Al cielo, a Heaven, la disco gay mas grande de London Town.

Y las chicas estan de acuerdo y los canadienses tambien, pero a un rumano le complica.

Y le decimos, que no sea gil, que las chicas ya las tiene, que muchas mujeres van a ese sitio, si lo logramos encontrar, que es lo primero.
Pero no hay problema, una chica india me ha escuchado hablar, esta prendidisima, me dice que se llama Asia y ahora resulta que me tiene sujetado del brazo y vamos dando saltitos hacia Charing Cross Station. "We're going to heaven, wooooooooo!", grita Asia, fuera de si. Su amigo, un hindu con sombrero, ha hecho lo mismo con Mama Kass, y Asia es muy bonita y le hago señas al rumano que no se que clase de aserrin tiene en la cabeza.

Al final el rumano no entra, y Amy tampoco, y las canadienses menores de 21, que a heaven entraban sin problemas se ven obligadas a tomar partido y sera que les gusta el rumano pero el caso es que se van a un maldito Mac Donalds. Mama Kass se pone maternal y los sigue.

Asaltado por la decadencia de las apuestas y la comida rapida un sabado por la noche cuando you should be dancing. Prefiero seguir a Asia. Y llegar al Cielo.

Ultima noche de sabado en Londres, el sitio esta repleto, es un caos delicioso, y hay una sala hip hop donde los negros bailan 50c con los pakis y sus novias los miran y las diferencias culturales hacen que uno simplemente renuncie a entender las dinamicas de este sitio donde ya pronto todos estan sin polera y bailando un remix del tema central de Donnie Darko y esto no se parece para nada a la imagen del Cielo a la que uno esta acostumbrado.

posted by Barro @ 10:12 a. m.