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Pisos

Mi piso en Barcelona está justo en frente a la Rambla del Raval, pero no tiene vista a ella, lo cual casi es mejor, le permite a uno dormir de noche.
Lo cual no quita que tenga una vecina gritona y un vecino entrometido que ya le preguntó a Ricardo (Ricardo es el propietario del piso), si acaso lo estaba arrendando porque él le podía conseguir muchos clientes.
Ahora cuando me pregunten por lugares donde he residido, diré sin pensarlo mucho: Barcelona.
Es que vamos, tengo llaves, abro y cierro cuando salgo y entro. Estoy solo, y tengo que llenar solo el refrigerador, y lavar yo la ropa y hacer yo la cama.
Y cruzar la rambla si quiero usar internet, como ahora.

El Raval es el ex barrio chino de Barcelona, ahora son pocos los chinos, se han ido a otros barrios. Lo que hay son marroquíes y bangladeshies y turcos y kashmires e indios y bueno, que son especulaciones mías basadas en si el restorán de kebabs dice Kapadokya Doner Kebab o Kashmir Doner Kebab.

Ricos los kebabs, y los shawarmas, y los falafels. Ricos y baratos. Pero hoy necesitaba algo más típico así que fui a la Barceloneta y me gasté 8 euros en una paella. Fueron 8 euros bien gastados. Acompañé la paella con una cerveza san Miguel.

El otro día en el parque de la Ciutadella con mis amigos canarios, David y Manu. Me decían que yo tenía mucha suerte, que ellos en meses aún no tienen un sitio propio como yo. Y eso que ellos paran en el piso de una amigas cantaoras de flamenco en Passeig de Pujadas con una vista a la Ciutadella fabulosa.Un saludo a Manu y David, el almuerzo de ese domingo estuvo de lujo para mi alicaído estómago.
Y luego en la playa de Sant Sebastià, Xavi de Rubí me decía que si ya tengo piso entonces soy un loco si me voy, que me quede en Barcelona.

Pero no es mi piso, es sólo una muestra de que hay una estrella especial que guía a los viajeros jóvenes y guapos como yo. Sí, mientras esté en Europa he decidido considerarme guapo, es la única manera de explicar lo fácil que me resulta ligar en estos días.

No está mal en realidad, como línea para ligar en la playa: "Tengo un piso en el Raval, si quieres me acompañas y te das una ducha".

Mi, mi , mi, tengo tal vez un concepto muy errado de la propiedad.

Ricardo el propietario me dice que por él mientras más gente ocupe el piso, mejor. Él vive con sus padres que están muy viejos y el piso del Raval está de momento ahí para los amigos.

Subo las escaleras, son muchas escaleras y no presagian nada bueno. Te hace pensar que estás en un arrabal de Djerba, o Agadir, o alguna ciudad del norte de África que no suene a Club Med. Orán?, Orán quizás.

Pero es sólo un espejismo porque luego adentro están las poltronas más cómodas y el piso de madera reluciente y la ducha exquisita y el armario con el DVD y las óperas que le gustan a Ricardo.

Creo que me he ganado las llaves de este piso por mi cultura. Por saber de ópera y por no ser tímido y por ser capaz de conversar de cualquier tema.
Ricardo y JC me recomendaron libros que leer en la Fnac, "ültimas tardes con Teresa" de Juan Marsé y "La ciudad de los prodigios", de Eduardo Mendoza".

Y bueno, me he ganado las llaves de este piso también por ser joven y guapo, y por dar con gente progre de izquierdas que no pueden tener cosas sin verse compelidos a compartirlas.

El Raval no es para remilgados, el Raval es para jóvenes progre y partidarios del mestizaje cultural. Jóvenes que van al Jardín de las delicias a tomar un café, y luego a la Bata del Boatiné, a por tapas y cerveza. Y a fumarse un porro junto al gato de Botero. Y luego a la disco Fellini, como ven, tengo todos los datos.

Sé por ejemplo que en el carrer de la Llibretería, cerca de la plaza de Sant Jaume, hay un bar de tapas que lleva mi nombre y que el dueño parece que es chileno, o xileno.

Sé que por el mismo falafel te pueden cobrar 5 euros en la rambla y 2 euros es un callejón cerca del Mercat de Sant Antoni.

Y sé asimismo que me tomaría muchísimo tiempo descubrir una mínima parte de los misterios de esta ciudad.

Para otra vez quedarán: el Tibidabo, el museo Picasso, el Museo d'historia de la ciutat, y el gorila albino del zoològic.

Para otra vez que tendrá que ser pronto, Barcelona me conquistó.

-"Cuando seas cónsul pide que te den la plaza de Barcelona", me ha dicho Ricardo.

Está diciendo.

posted by Barro @ 9:15 p. m.