Bienaventurado
Aunque valoro todos y cada uno de los comentarios que recibo, me causan especial gusto los de Vero M., que se empecina en encontrarle la vertiente mística a mi recorrido.Bien, igual me gusta eso. San Juan de la Cruz según algunos era capaz de desdoblarse, me cae bien San Juan de la Cruz. Son los otros santos, como santa Agüeda (que le cortaron los pechos), san Lorenzo (que lo hicieron barbacoa) y san Bernardo (a quien en el Padro muestran recibiendo un chorrito de leche del seno de la Virgen, a lo más Bigas Luna). Son esos otros santos los que me hacen pensar que en este país están (o estuvieron) todos locos.
El caso es que cuando llegué a Barcelona y me largué a caminar por esas manzanas que tanto gustan a los arquitectos pero que para un peatón que quiere cruzarlas son un lío (no hay esquinas en el eixample, la ciutat vella es una pesadilla de calles que los mapas ni siquiera adivinan que existen, y recién acá en Gracia he podido encontrar un barrio que me parece familiar).
Digo que cuando llegué a Barcelona me fui caminando a la Sagrada Familia, y vi que la cripta estaba abierta, y bajé, y estaba oscuro, y me di casi que de bruces con la tumba de Gaudí.
Gaudí, que si no lo saben, está en campaña para ser santo. O sea, está ahí codo a codo con Juan Pablo II y Lady Di. Yo deposité 10 céntimos y así hice mi aporte.
Barcelona, vaya, es distinta a Madrid, y en parte extraño a los madrileños. Las casa sí, son más bonitas, y está el mar, el Mediterráneo. Me compré un tubo de leche condensada y una botella de 1 litro de agua y me tiré en la Platja Barceloneta. Pero no me podía sacar de la cabeza el hecho que este era un mar, grande, pero cerrado, y lejos de producirme las mismas sensaciones que su majestad el Océano Pacífico.
Barcelona, en un principio pensé que aquí mandaban a los indeseables de la península. Acá si que está lleno de magrebíes y argentinos. Por otro lado, eso hace que comer sea más barato que en Madrid, pero por otro lado, esta es una ciudad grande y no la puedo juzgar en base al Raval y el puerto. Por otro lado, la ciudad vieja apesta, es medieval y todo y vale, pero apesta, y cuando llegué con mi mochila a la plaza de la catedral buscando al sueco Per, y llegué agotado, y el sueco seguro que se perdió en el laberiento de callejuelas... me quedé pensando que Londres salió beneficiada de su incendio, y que Hausmann debería postularse a santopor lo que le hizo a Paris.
O sea, eso he leído, aún no voy a Paris.
Caminé por las Ramblas y el Gaixample. Pero nuevamente me tengo que recordar que estoy solo, un saludo a Vero y Poli en Madrid. Sería rico tener un amigo en Barcelona, y quedarme con él en un departamento tipo "Piso compartido"; sería rico tener un amigo con quien sentarme a conversar, conversaciones cabezonas tipo Whit Stillman en "Barcelona". Vaya, me conformaría con Mira Sorvino.
Hoy en la mañana fui al Palau de la Musica Catalana, en parte porque es más barato que la casa Batlló o la Pedrera, en parte porque me gusta Domenech i Montaner, en mi enciclopedia Salvat aparecía una foto del Palau, y este viaje es básicamente una constatación de todo lo que me decía cuando chico mi enciclopedia Salvat.
Bien el palau, los 6 euros valieron la pena.
Luego me fui a pasear al Parc de la Ciutadella. Iba con un pollo Kentucky que me sobró de ayer y en eso se cayó un polluelo de cotorra de una palmera y estaba ahí, muriéndose en frente mío, sangrando, sin posibilidad de salvación.
Pero me comí mi pollo Kentucky igual, que la necesidad tiene cara de hereje. Y seguí camino con los ojos bien abiertos a ver si acaso veía, que se yo, a mi amiga Wolfy, que vive en esta ciudad.
En cambio lo que vi fue a un rubio hippiento de pelo largo y ojos azules que me miraban de vuelta, y yo me di cuenta que él tenía el pie enyesado y entonces no era como si me pudiera seguir, y me di vuelta y me seguía mirando, y le sonreí y me senté a su lado y nos presentamos.
David era canario, y no paro yo de encontrarme canarios en España. Canario de La Palma, luego que le conté que había conocido canarios de Fuerteventura y la Gran Canaria me dijo que iba bien, que sólo me faltaba Gomera, Tenerife, Lanzarote y Hierro.
Las Canarias, las Bienaventuradas. Le pregunté a David si podía quedarme con él y así ahorrarme el hostel estos días en Barcelona y me dijo que obvio que podía.
Algo malo te tiene que pasar, me dijo la Poli en Madrid. Pero todavía me escapo, si estornudo es solo alergia, y si me encuentro en un calléjón de prostitutas inmigrantes y cafiches yonquis, no me hacen caso.
Igual no sé, creo que me gusta más Madrid que Barcelona, todavía me espanta el olor a pis medieval del barrio viejo.
Huyendo de esa fetidez me metí a la Fnac, y encontré cual era la canción que me enamoró en Bristol. La cantante se llama K.T. Tunstall, acá la están promocionando harto, el tema se llama "False alarm", y si bien no suena mucho a banda sonora de viaje, me acompaña a su manera.
Bájenla, y me la comentan, y me dicen que tal es el tema de Shakira con Sanz, que no lo he podido escuchar y acá todos están flipando con eso, con eso y con el reggaetón.
Dios me libre
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home