domingo, julio 03, 2005

Desfilando por la Ringstrasse

Lei en un libro que la madre de Johannes me prestó, que los Vieneses adoran los desfiles, y que la causa no importa demasiado, mientras sea colorido y festivo y la lesera.

Vaya uno a saber, con esto de la brecha idiomatica lo unico que pude entender fue el aspecto colorinche de la cuestion.
Un señor gordo de bigotes (que despues me dijeron debió haber sido el alcalde de Viena), dio un discurso en HeldenPlatz, y todos lo escuchaban muy serios y lo interrumpían con aplausos, pero yo no aplaudía porque me parecía estúpido si no había entendido nada de nada.

Todos, quienes son todos, uf.
Johannes y sus amigos tenían entradas para el concierto de U2, en el marco del LifeAid, así que este era mi idea de "te vas a tener que entretener solo".
Entonces claro, ese todos parte por mí, solo.

Pero feliz, porque en la mañana habia llovido y ahora se acababa de despejar y Viena estaba de lujo.

A ver si me acuerdo quienes desfilaban:

Dykes on bykes, paganos politeistas con un cartel que decia "Monoteism ist böse", góticos, militares fetichistas, tiroleses con su traje típico, un harem de lesbianas gordas bailando música árabe, carros de las diversas discos y clubs con musculosillos varios, lesbianas intelectuales, lipstick lesbians, (muchas, pero muchas lesbians!), un carro de masturbadores anarquistas, un encapuchado, un engendro de antifaz negro y estilettos rojos, osos austriacos, el carro de los sadomasoquistas, tirado por mujeres con arneses, activistas politicos, grupos de conciencia sobre el Sida que no hacian mas que regalar condones, un carro de transexuales que recreaban dramáticamente en cada estación la revuelta de Stonewall, grupos pro familias gay (adopcion, matrimonio y demases) con globos verdes muy demandados que decían "we are family", una carroza que llevaba al emperador Francisco José y a Sissi emperatriz, y muchos, pero muchos, demasiados grupos más que se me olvidan.

Pero no me puedo olvidar, no señor, de los chicos y chicas de seguridad, que acompañaban a cada carro, yo creo que tienen que haber sido de los boy scouts, y por lo general se les veía bastante contentos.

Los que mas me conmovieron: los discapacitados que iban en silla de ruedas y con la banderita arcoiris amarrada atras.

Los mas simpaticos: los osos, que me vieron raquítico y me bombardearon con chocolates.

Y mucho padre soltero con su hijita (eso se ve mucho aca), muchas abuelitas con lentes de colores, mucho turista deleitado con todas las fotos alucinantes que estaba sacando.

Yo me saqué una con Sissi emperatriz.

Pero Viena no es chica y eran las siete y estaba agotado y no habia comido nada porque testardo yo, me habia empecinado en comer comida tipica vienesa y lo unico que habia eran kebabs. Al final me rendi, me puse en la fila de los Döner Kebabs y fue bueno, porque la fila era tan larga que me permitio socializar.

Es que ademas ya estaba frito de no poder comentar con nadie todo este asunto.

Un gordito tirolés (sin traje típico) me empezó a charlar, a todos acá les causa impresión que venga de Chile y que viaje solo y que me vea tan niño, siempre me preguntan la edad y no se lo creen.
Así que en eso estaba yo charlando con el tiroles cuando llega por asalto un grupo de rubios estrafalarios musculosos vestidos todos de rosado con glitter dorado en la piel y me empiezan a acariciar y dar besos y me dicen que soy guapo y que de donde vengo, y yo un poco tostado por la falta de mesura pero a la vez encantado de tener amigos de nuevo les respondo afectuosamente; me dicen que son alemanes, y que han venido de paseo al gay pride vienés, bueno, hay también un italiano y un austriaco en el grupo, y hay un diseñador de ropa afgano que les hizo jeans especiales a todos con sus iniciales y aplicados en cintas rosa y es uno que esta ahí todo cubierto de pintura dorada con un sombrero de plumas y follandose a una especie de buzón.

Estrafalarios almodovarianos alemanes, quien lo diría. Pero yo sin mi kebab moría así que les dije aufwiedersehn.

Fue entonces cuando me mamé el discurso y no entendí ni jota y eché de menos a los pink germans y los busqué hasta que los encontré, y agradecí que fueran tan estrafalarios que en un grupo de 100 mil personas los pudiera encontrar.

Había por lo menos 3 que eran los más encantados conmigo, Walter y su novio Frank y Ben que es el amante de Frank. En total eran unos 9, creo.
Obvio que nos fuimos juntos al hotel.
Obvio que me invitaron a cenar a un restorán muy top (Motto). Y comí por fin un plato tipico vienes de nombre complicadisimo y bebí cerveza bávara (Schneider Weisse) muy rica.
Y obvio que les pregunté a Walter y Frank si me podía quedar con ellos en Berlín.

Y así que ahora ya tengo amigos y lugar donde quedarme en Kreuzberg, (la "little Estambul" de la ciudad, según Walter, que es periodista).

Un día perfecto, si no fuera porque me quedé sin tranvias y tuve que caminar varios kilometros hasta el estadio para encontrar a Johannes, y luego resulta que se había ido al after party y dale mas caminata, y luego me entero que esta sin auto y me propone que caminemos hasta la casa!!

Y vimos en pantalla gigante la transmision del Life Aid en otras ciudades del mundo, con Pink Floyd y The Who, y Robbie Williams. Eso estuvo bueno.

Pero también entre tanto trajín y tanto fanático de U2 con demasiadas cervezas en el cuerpo, perdí mi boina española.
Y Johannes y sus amigos Hannah y Sidhi me decían que volvieramos a buscarla.

Pero ni modo, yo no soy capaz de dar un paso más.
Tal vez encuentre una barata en Praga.

3 Comments:

At 05 julio, 2005 16:43, Blogger Polilla said...

No era Live 8???
xxx

 
At 05 julio, 2005 21:00, Anonymous Anónimo said...

ni idea

 
At 28 octubre, 2009 03:19, Blogger Barro said...

Life 8, eso. Tienes razón amiga. :)

 

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