martes, junio 28, 2005

Tomando Osjecko en Osijek

Se suponia que tenia que esperar en un sitio llamado Strizivojna Vrpolje por 3 horas, entre las 23:43 y las 02:48. Perdido en algun lugar de la Croacia.

Pero cuando llegue a esa estacion una pareja de oficiales de tren me dijo de algun modo que si yo iba a Budapest me convenia subirme al tren en que iban ellos, que venia de Sarajevo o algo asi.

Confie en ellos, que tal vez eran bosnios, el caso es que parecian tener buenas intenciones. Me subi al tren y me baje en Osijek.

Osijek me suena familiar, no se por que, echo de menos un mapa de los balcanes, no se si estoy cerca de Serbia o de Bulgaria.
Lo bueno de Osijek es que tiene un restaurant, el City, que esta abierto esta noche de lunes y hay gente y el que atiende tiene cara de buen tipo y las hamburguesas son demasiado baratas en Croacia.

Porque sigo en Croacia, cierto?

Si, porque la gente alrededor mio esta pagando con krunas.
Si, porque los controles de aduana no te los saltas por estar durmiendo.

Observo un poco la concurrencia, para ser la una de la madrugada no esta mal. Hay tres croatas jovenes tomando cerveza Osjecko, le gritan cosas a las mujeres lindas (que son casi todas) y luego se van en bicicleta.
Los croatas me parecen muy familiares, tienen algo de amigos del barrio, me imagino a Danilo y a Villatoro y a un monton de compagneros de colegio y me imagino que aca en Croacia se sentirian en casa y lo pasarian de lujo y no podrian creer las minas que hay.
Pancho no, Pancho yo creo que pasaria mas por estonio, o leton.

Hay dos croatas mayores y gordos viendo un canal deportivo frances. hay un gato merodeando por comida. Hay un auto que estaciona y se bajan dos supermodelos vestidas de fiesta, buscan alguna joya que se les pudo haber caido bajo la mesa, pero el novio gigante las apura y se tienen que ir.

En verdad espero que esta hamburguesa cueste lo mismo que la que comi con Alina en Zagreb, me restan 40 krunas y no me puedo pasar.
Alina es una chica finlandesa que se fue conmigo desde Ljubljana hasta Zagreb, compartimos compartimento con una australiana y una danesa, Penny y Millie. Jugamos Uno, hablamos de cine danes y de series australianas, cantamos nuestros himnos nacionales y "I should be so lucky" de Kylie Minogue.

La danesa no podia creer que yo hubiese visto Mifune y Dancer in the dark, y Wilbur quiere suicidarse y hasta Italiano para principiantes.

Ahora Alina debe estar camino de Split, en Dalmacia. Paseamos juntos por Zagreb, que resulto ser grande y bonita y me estoy quedando con muchas ganas de volver por mas tiempo a los Balcanes.

Son 41 krunas por una hamburguesa, dos jugos de naranja y una cerveza Osjecko de litro, tengo la moneda justa, y ahora si que ya no me queda ni una sola corona.

Leo en la botella vacia: Osjecko, since 1697, 5% alcohol, www.pivovara.hr

Y me devuelvo al anden, aun me queda una hora para seguir esperando.