sábado, junio 25, 2005

En la Biennale

Publicare este post muy pronto porque no quiero que la gente que me quiere se preocupe.

Estoy bien, mis huesos estan bien y tengo alojamiento gratis en Venezia.

En una calle chiquitita que se llama Calle de la Passion.

Y Piero (mi host) resulto ser famoso, el es el que hace esos calendarios en blanco y negro con fotos de sacerdotes, claro que ahora esta dedicado a los calendarios de gondoleros.
La habitacion esta decorada pues con fotos de gondoleros, y con gorras de gondoleros y remos y todo es asi muy tipico.
Tan tipicamente veneciano es, que el bagno se inunda!

Al dia siguiente me levante temprano, obsesivo. Desayuno por 2 euros, una oferta que nunca mas volvere a encontrar en Venezia. Y llego a la Piazza de San Marco y no hay casi turistas, y hasta las palomas son pocas y bastante quitadas de bulla.

Guau. Es hermosa Venezia.

Compro un ticket de museos y visito el Palazzo Ducal, y despues el Museo Correr y despues simplemente me dedico a caminar por las mismas calles laberinticas que de noche me intimidaban un poco y que ahora simplemente me entusiasman.

Que les puedo decir, los canales se ven limpios y el agua de Venezia es potable, algunos canales si, huelen muy mal, pero luego hay otros que huelen a jabon. Weird.

Me compre un libro en el ghetto, la guia de Venezia de Corto Maltese, y asi me dedique a recorrer los pasadizos, los puentes, una vista mas fabulosa que la otra.

Al dia siguiente me compre un ticket de 24 horas para el Vaporetto. Y parti a los jardines de la Biennale.

Me dije, si logro que me hagan descuento entro, si no no.

Es que deje en Chile mi carne de estudiante.

Pero resulto que el descuento era valido hasta los 26, y yo todavia tengo 26 asi que Bingo!

El primer pabellon era el suizo, que basicamente mostraba toda la burocracia detras de las ONGs y como estos ejecutivos que pretenden hacer algo por ayudar al mundo se lo pasan en reuniones, hoteles caros y aviones.

El segundo pabellon era el ruso, tenia una proyeccion que avanzaba con cada persona que entraba a la sala. Como no habia mucha gente y queriamos que avanzara, yo y un chico rubio de barba puntiaguda nos pusimos a entrar y salir entrar y salir. Hasta que los personajes de la proyeccion se resfalaron y cayeron de vuelta hacia atras por donde habian venido avanzando con esfuerzo.

Se llamaba Johannes, austriaco y acaba de terminar el servicio militar, en Austria se puede hacer tambien un servicio civil, pero dura el doble.

Recorrer una exhibicion de arte es mejor en compagnia, tratamos de hacernos una ruta para ver todos los pabellones. En especial nos gusto el de Corea, Corea del sur me dio la impresion de ser un pais fabuloso donde me gustaria vivir un tiempo. Su arte era colorido y alegre, y tambien ironico pero sin amargura. A Johannes le gustaron unos hombrecitos en plasticina que estaban siendo atacados por moscas disecadas en unos vasos de vidrio dados vuelta.

Arte, es raro a veces, no entendi el pabellon canadiense, con un video de una mujer en el agua que se movia con trabajo y arrojaba un balde de pintura roja a la pantalla. Pero el pabellon Serbio tenia mucha onda, buena musica, grabados con una emocion muy viva y certera.
Y asi USA, Hungria, Islandia, Egipto, Belgica, Espagna, and so on, and so on.

Habia gratis cafe Illy, aunque luego dentro del pabellon italiano te cobraban y era el mismo cafe.

El pabellon austriaco era como un bunker gigante, un refugio antiaereo de madera con varios pisos de aire sofocante. Johannes me dijo que en Viena todavia quedan en pie unas torres que Hitler mando construir en los ultimos meses del Reich, torres de defensa antiaerea, donde iban a ser enviadas unas cuantas familias determinadas en caso de bombardeo aliado.

Johannes pensaba venir con su novia a Venezia, pero ella dijo que no. Asi que Johannes vino solo y con un poco de pica.

Es que Venezia es una ciudad para disfrutar en pareja, es demasiado romantica en realidad.

El pabellon italiano tenia a los Tapies y a los Francis Bacon. Un par de videos hechos de la yuxtaposicion de imagenes de peliculas hollywoodenses que reflexionan sobre el ser padre y el ser madre a manera de una telechachara.
Y un trailer de una pelicula sobre Caligula, con Helen Mirren, Benicio del Toro, Milla Jovovich y Courtney Love, basada en la novela de Gore Vidal.

Un trailer divertidisimo, SNL slapstick, y al poco rato te dabas cuenta que no era un trailer de verdad y que la pelicula no era mas que un chiste.

Buen chiste, buen trailer, jocosisimo, aun me acuerdo de la promocion:
"Despues de la sensualidad, esta la sexualidad.
Despues de la sexualidad, esta la obscenidad.
Despues de la obscenidad esta la depravacion.
Despues de la depravacion esta....Caligula!!!"

Actually, la pelicula seria un remake, el artista del trailer es un tal Francesco Vezzoli.

Pasamos mas de 4 horas en la Biennale y luego ya era evidente que debiamos pasar el resto de la tarde juntos pues nos llevabamos muy bien.
Fuimos al Lido y de ahi a Fondamenta Nove y de ahi a Burano, que es una islita de casas multicolores asi como Boca, muy pintoresca, pero todo estaba cerrado y nosotros queriamos comer pizza.

Asi que de vuelta al Vaporetto, en el camino Johannes me hizo escuchar su musica favorita en I-pod, un tema muy bueno del ultimo disco de U2 (el unico tema que salva del disco, segun Johannes, "Love and peace or else"), y un temazo de Ninch Inch Nails que no conocia, "Right where it belongs".

Y como tambien me gustaban los Scissor Sisters y opino que Jet suenan igual a The Who, Johannes me estrecho la mano y me dijo que eramos amigos.

Y ahora voy a tener que cambiar mi esquema de viaje para pasar mas dias en Viena.

Lleve a mi amigo austriaco ("Uf, pensar que todo esto le pertenecia de Austria") a ver mi iglesia favorita de Venezia, Santa Maria dei Miracoli. Que es chiquitita, entera de marmol, y parece provenir de otra galaxia.

Y cenamos pizza ahi junto, en el Antico Gatoleto. Y al final salio caro igual, pero de nuevo, no importa tanto cuando la compagnia ha estado buena.

Fuimos a San Marco a esa hora cuando esta llena de pozas y uno teme que la isla se hunda. Y Johannes me saco fotos con su camara digital. Luego tomamos el vaporetto por el Gran Canal, Johannes iba a la estacion a tomar el tren a Vienna, yo me baje en Rialto.

No hay caso con Venezia, da lo mismo con quien estes, si eres gay o straight, al final igual te sientes romantico con quien te toque al lado. Sea un gato o una botella de martini.

Y llegue a casa muy cansado, agotadisimo, sin poderme los Zapatos.
O al menos esa fue la impresion que quise dar.
Y funciono.

1 Comments:

At 26 junio, 2005 17:24, Anonymous Anónimo said...

Uf. Todo bien por ahora. Disfruta, que en El Placer del viajero se lee cada cosa ... Ojo...

 

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