miércoles, junio 22, 2005

No es serio este cementerio

Con todo lo molestos que fueron los mosquitos, no reniego de la naturaleza. Al amanecer vi una ardilla roja (cuesta verlas, en Europa casi quedan puras grises) y eso me hizo partir bien el dia.

En el bajando de camino al pueblo un piemontes me saludo y conversamos un rato y luego llegamos a su auto, me llevo al pueblo y me invito un cafe.

O sea, eso es pura calidad humana.

Fui al cementerio, y me fui de espaldas. Estaba repleto de Buscagliones, era muy raro estar ahi, busque un buen rato hasta que el guardia me pregunto que buscaba y luego entre los dos con algo dimos.
Creo que encontre la tumba de mi tatarabuelo, que se llamaba Pietro, y que segun la lapida, nacio en 1828 y era hijo de un tal Giovanni, que vendria a ser mi chozno.

Estaba lleno de Pietros, pero este me tinco porque tuvo hijos en la epoca en que nacio mi bisabuelo, y porque su primera esposa ya habia muerto y de la segunda ni huellas (asi que podria ser la tatarabuela, Giuseppina). Y por el lado de mi madre los hombres siempre se han casado dos veces asi que tiene sentido.

El guardia me dejo bajar a las catacumbas, pero no habian tumbas del siglo XVIII. La historia hasta ahi no mas llega.

Despues fui al Uffizio Anagrafe y justo tenian ahi mismo todos los papeles de ciudadania que yo mande desde Chile.
De vuelta en el pueblo me encontre con Ricardo y con Mario bilingue y ellos me contaron un monton de cosas, como que hay un monte cerca del pueblo que lleva mi apellido, y que Buscaglione en piamontés se pronuncia distinto a en italiano, y ademas me entere de que significa el apellido.

Nada muy emocionante, me la guardo porque siempre es bueno guardarse una parte de la informacion.

Y eso, tome el bus, tome el tren, llegue a Milano y me dio lata Milano, me la imagine toda llena de gente presumida y entonces decidi seguir rumbo a Verona.

Lo dejo aqui por ahora, conmigo cargando el zaino (mochila) por calles y mas calles, cruzando el Adigio y subiendo escalinatas hasta el Ostello de la Gioventu veronés, que resulto ser un palacio.