barroviajero

Gracias a la chica gótica

Estaba emocionado con lo de tomar el tren a Vienna, o sea, a mi generacion "Before sunrise" nos marcó. Y ya habia tenido una experiencia parecida con Bridggid en Verona y con Alina en Zagreb, o sea.

Desdpues de hacer el check out fui al Parlamento, todos los europeos entraban gratis, y yo que ahora tambien soy europeo, n otengo como probarlo y fui de los pocos que pago la entrada completa, a precios londinenses.
Pero bueno, es un edificio impresionante, y valio la pena, y vi la corona sagrada del rey Matias, aunque luego se supone que hay como 4 coronas que dicen ser la verdadera.Es una historia interesante.

Almorce lentejas, que encontre riquisimas, en un restoran con todo escrito en hungaro y donde tenia que apuntar a los platos (apunte tambien a un pescado bañado en queso, debi haber apuntado hacia otra parte)
Despues arrende una bicicleta y me fui al City Park, a ver la estatua de Anonimus, quien escribio la historia de Hungria. Y si, se parece un poco a Skeletor de He-Man.

Y pase por los Szecheny Baths y luego sali por Andrassy, ignoré la Sinagoga y llegue a Margitsziget, la isla del Danubio, y ahi doblando una curva muy cerrada me cai y me saque la cresta, y un monton de parejas hungaras me quedaron mirando y no me quedo otra que hacerles una reverencia. Aplausos, aplausos.

Es grande Margitsziget, le di la vuelta preocupado porque el foco delantero se rompio y ya casi no me quedan florines para pagar nada mas. Luego sali por el borde del Danubio hasta el Puente de las Cadenas y cuando volvi al rent-a-bike dije que habia estado todo excelente pero que andaba con prisa y köszönöm, köszönöm, gracias, gracias, chaito, nos vemos.

Fue una mala accion ,debi haber apechugado con el foco roto, y por eso Yahvé me castigo y cuando me vio con la mochila al hombro descargó sobre Budapest un diluvio de no creerlo, y yo sin saber que bus tomar, y el metro justo con ese sector en reparaciones, y dale que me empapo y que el tren se va y corro y piso pozas y me siento muy Jonás.

Y llego al tren, y me cambio la camisa, y dejo las sandalias y me pongo las botas y en eso llega el oficial del tren y me dice que estoy en el vagon incorrecto, que ese es un cochecama a Zurich, que tengo que ir 5 vagones mas atras. (Si, si, milagro de Pentecontés como fue que entendi eso).

Y yo que bajo del tren y el tren se pone en movimiento y no me alcanzo a subir de nuevo y les digo chao a mis sandalias que partireron rumbo a Suiza.

Demonios!, odio perder trenes. Y ahora Johannes no me va a recibir en Westbahnhof, el proximo tren llega a Sudbahnhof!!, tengo hambre y sed, me quedan 240 florines, cuanto cuesta esa fanta azul tan original? y adios a mis 240 florines.

Me tengo que conformar con comerme los Túrórudi, chocolates rellenos de quesillo que Robert me dijo eran la especialidad secreta de Hungria.

Cuando el siguiente tren llega, me toca compartir compartimento con un hungaro gordo que me modifica mi imagen idealizada de los magiares. Y no es nada como la pelicula, y no hay vagon comedor, y la llanura hungara es aburrida, y el tren se demora muchisimo en llegar a Györ, y ya oscurece y eso significa que no podre subir a la rueda del Prater esta noche.

Al menos el control de aduanas fue el mas expedito que me ha tocado. Wilkommen.

En la estacion la gente no era amable, parecian asustados, no hablaban ingles. Llame a Johannes pero el telefono me trago la moneda!!, mi imagen del pueblo ario era otra!!

Me queda solo un euro, y espero a que alguien que esta hablando lo desocupe, ese telefono funcionara, digo. Pero me dice que el ha ocupado tarjeta telefonica.

Y luego por fin llamo y me sale en vey un mensaje raro en aleman que no entiendo.

Y empiezo a preocuparme seriamente.

Tal vez sea un prefijo de mas, como en Venezia. Pregunto, pero me dicen que esta bien, en un kiosko me cambian el euro por monedas de 50 y 20 centimos, asi tengo mas chances. Pero siempre me sale el mismo mensaje.

Y cada vez la estacion queda mas vacia y la gente se ve menos amistosa o angloparlante.

Entonces veo a una chica gótica, me digo que seguro ella sabe inglés y estoy en lo correcto. Y me entero que debo anteponer un cero al numero que quiero llamar.

Gracias chica gótica, Johannes contestó al otro lado de la línea y en minutos ya estaba en la estación. Caballero al rescate. Le di lo mas cercano a un abrazo apretado que se puede dar en Austria.

Y ahora estoy en su pieza, rodeado de posters de U2 y Bob Marley, ayer tomamos unas cervezas Ottakringer y dormi como un liron.

No fue como en la pelicula, pero estoy feliz de estar en Viena.

Creo que Yahvé me ha perdonado. O creo que se lo debo a la chica gótica.

posted by Barro @ 7:53 a. m.